Saint-Jammes

Una haya y una capilla

En el silencio de la montaña, podemos disfrutar una lección de paciencia fecunda.


Saint-Jammes

Un lugar romántico y arqueológico

Desde Soreze, tomen la dirección de Arfons y déjense guiar por esta carretera que atraviesa las laderas arboladas de la Montaña Negra. El sitio de St -Jammes se sitúa en un magnífico claro. Aquí, aparecen las fundaciones de una capilla pre-romana del Siglo XI así que una espléndida haya de unos 450 años.



El sitio de St-Jammes encantará a los andarines y a los senderistas, a los aficionados a la historia y a la arqueología con los vestigios de aquella capilla, y a los enamorados de la naturaleza gracias a los bosques que lo rodea. La fuente del Orival se encuentra aquí muy cerca. Por otra parte, la leyenda pretende que se puede hallar oro en sus aguas...


El propietario del lugar, Fagus Sylvatica

El majestuoso conjunto de ramas y follaje de La Haya antigua no dejará de impresionarles. Con un tronco de casi 6 m de circunferencia, La Haya está anclada sólidamente en el suelo. Suele resistir los vientos de Autan y Cers. La fronda de este árbol alcanza cerca de 90 m.


La capilla de St-Jammes

Un sitio arqueológico

¿Por qué Jammes? Los ingleses no tienen nada que ver con este lugar.... Tal como en inglés, Jammes en occitano significa Santiago. Esta capilla estaba ubicaba en uno de los incontables dominios dados a la abadía Nuestra Señora de la Sagne de Soreze.  aquel motivo, son los monjes de aquella abadía benedictina los que oficiaban.



Era una parroquia de campo que atendía a numerosas aldeas y fincas en parcelarias de la montaña. Según los archivos, servía a la hora de las fiestas familiares como los bautizos, las bodas pero también para los entierros. Un cercano constando de un cementerio estaba contiguo a la capilla. Fue abandonada hacia finales del siglo XVIII.



Poco a poco se quedó sepultada bajo los sedimentos, los arqueólogos la descubren en los años 1950 luego en 2005-2006. El edificio está orientado y consta de una nave única separada de un coro de pequeño tamaño. La techumbre la componían placas de pizarra. Unas sepulturas y el muro de cercado son inventariados igualmente.



Se supone que se fundó la capilla entre el principio del siglo XI y el del XII, en una época en que está viva la veneración por Santo Santiago. Es posible también que la hayan utilizado los peregrinos en camino hacia Santiago de Compostela al seguir una vía de circulación empedrada cercana.